El siguiente artículo está redactado en base a una opinión personal. Xbox Series X se lanzó el día 10 de noviembre y algunos tuvimos la suerte de que nos llegase un poco antes. Eso sin contar con la suerte que tuvimos a la hora de reservarla, donde contábamos con pocas unidades y donde todas las páginas de venta se encontraban totalmente saturadas.
Ya por fin con ella en casa, pude quedar alucinado de su empaquetado, el cual ya se había mostrado en distintos vídeos de youtube pero que yo no quise ver para mantener la magia y el hype. Un empaquetado premium, acorde a una consola de nueva generación donde se cuidaba hasta el último detalle. Al llegar al precinto de la consola, me encuentro con una Xbox Series X más pequeña de lo que me esperaba y con un diseño que en persona me gustaba aun más.
Llegó el momento de conectarla. La enciendo y lo primero que me llama la atención es lo silenciosa que es. Empieza la primera configuración y empiezo a sufrir el hype de la impaciencia porque los servidores están saturados y no puedo loguear en mi cuenta de Xbox. Tampoco funciona la aplicación de Xbox del móvil por lo tanto no puedo hacer la primera configuración de la consola y me toca esperar.
Al cabo de las horas, después de cenar, por fin puedo hacer login en mi cuenta de Xbox y acceder a mi nueva y flamante Xbox Series X. Lo primero que me encuentro es un lavado de cara brutal con respecto a la anterior (yo venía de una Xbox One S) y es que ya estaba ahí, la tan ansiada espera había finalizado. Me puse como loco a revisar el catálogo de Game Pass ya que ese mismo día se introducía el EA Play, con un montón de juegos más al gran catálogo que ya de por si se ofrecía.
El mando es lo que menos interés en despertó en mi. Un poco más pequeño, un tacto rugoso por la parte trasera, una cruceta perfecta para juegos de lucha y un conector tipo C. A parte de eso, no hay un gran cambio generacional del ya visto en Xbox One a este.
Empiezo a probar la consola con algún juego del Game Pass: un Tekken 7, un Fifa 20, un Star Wars Jedi Fallen Order… todos se ven de lujo a pesar de no ser versiones definitivas para Xbox Series. Me pongo a probar Assassin’s Creed Valhalla, Yakuza Like a Dragon, Watch Dogs Legion y Call of Duty Cold War. Empiezo a ver la gran diferencia.
Un rendimiento sin igual, una calidad gráfica alucinante y un sistema operativo lleno de sorpresas como el Quick Resume, un complemento que no pensaba utilizar y ahora no me veo sin el. Sin duda un gran avance tecnológico, acompañado a las casi inexistentes pantallas de carga, hace que Xbox Series X sea una consola rápida y eficaz a la hora de querer jugar uno o varios juegos.
La retrocompatibilidad es otro punto fuerte a tener en cuenta, y es que me lo he gozado jugando a juegos como Lost Odyssey o Blue Dragon con mejoras gráficas bastante notables y modo auto HDR que hacía que se viese de vicio. Un parque que aplica de forma automática a cada juego de anterior generación que quieras jugar.
¿He notado crasheos, altas temperaturas, errores o algo fuera de lo normal? Este punto es gracioso porque yo era de los que decían que todos los que compran un producto de primeras son los llamados ‘Betatesters’ pero en este caso me he equivocado, o al menos yo he tenido buena suerte, y es que no he tenido absolutamente ningún problema con mi Xbox Series X.
Para finalizar, debo decir que me ha decepcionado la parte social y la parte de stream. En los tiempos que corren donde muchos tenemos cuentas de Twitch y nos gusta retransmitir nuestras partidas de manera fácil y sencilla, se deberían de haber esmerado un poco más en la inclusión de una función con Twitch de forma nativa donde no hiciese falta descargar aplicaciones y donde la configuración fuese lo más sencilla posible. La actual aplicación da muchos problemas, me encantaría decir lo contrario pero de momento es así. La parte social tampoco acompaña, para los que nos gusta compartir capturas de pantalla solo se nos facilita la opción de subirlas a Twitter o pasarlas a la aplicación del móvil, que dependiendo el día va mejor o peor. Deberían haber gastado un poco más de tiempo en haber hecho el sistema social mucho más amplio.
Sin duda una consola que no puedes dejar escapar si quieres jugar a todos los juegos de la nueva generación en una gran calidad gráfica, con raytracing, altos fps y rendimiento inmejorable. Bienvenidos a la nueva generación con Xbox Series X.